Investigando

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Be different, be the same...

Siempre con una idea preconcebida sobre nosotros mismos, que a veces incluso me hace dudar. ¿Somos influenciados por nuestro alrededor? ¿Cómo de genuinos somos? Creo que paso demasiado tiempo delante de la pantalla del mundo, de la cual, últimamente no consigo aprender casi nada nuevo.
Cuando viajas, sientes que todo gira a tu alrededor y tú, eres el centro...
Cuando llevo mucho tiempo pensando en que quiero escribir algo, me pasa tantas veces... que cuando me pongo delante del teclado, las palabras se me amontonan. Como en ese capítulo de los Simpsons dónde el señor Burns no enferma porque tiene muchas enfermedades que se contrarrestan entre sí.

El mundo sigue moviéndose sin que nadie lo detenga y de la misma forma, el tiempo. Pero no he venido "justamente" a hablar de eso. 
Hace poco que he visto el nuevo anuncio del iPhone 5S (o como se llame, ni siquiera estoy segura de que sea así) que estéticamente es realmente parecido a los anteriores (también bajo mi grave ignorancia en este tema y similares). Posiblemente tendrá más prestaciones pero... ¿cada cuánto sale un móvil nuevo de este tipo? ¿o de otros? 

Recuerdo cuando nuestras generaciones (mediados-finales de los 80) comenzaron a tener móviles y todo el mundo tenía diferentes marcas, aunque siempre había algunas más populares, claro está. Lo que recuerdo muy bien, es lo fácil que era personalizarlos sin rollos de fundas o carcasas (que ahora precisamente es eso lo que te hace diferenciar el móvil). 
Si colocas todos los móviles de tus amig@s en una mesa, en un primer vistazo seguramente te costaría reconocer el tuyo de entre todos los demás. Alguna diferencia en el tamaño de pantalla o de móvil, más gordo o más delgado y... poco más. Las virguerias que puedas hacer con él, no las comento. 

Es kurioso que esa imagen sea ahora la que todo el mundo quiera tener. De hecho, en cuanto algún móvil se sale de ese diseño, llama la atención y casi seguro, que en el 90% de los casos es que es obsoleto. Una cosa similar ocurre ahora con las consolas de las nuevas generaciones en cuanto a la estética... vale, y espero que nadie se sienta ofendido, pero cada vez son más parecidas (por supuesto no quiero entrar en los detalles técnicos, que entiendo que es lo que las diferencia más).
Pero a lo que voy, ¿por qué nos venden la idea de que tenemos que ser todos iguales en ese producto? De hecho esa "morfología" expresa lujo, nivel y en cierto modo, hasta exclusividad, si me lo permitís (nada más lejos de la realidad si tenemos en cuenta la cantidad de gente que posee el mismo modelo que tú).

En contraste con los móviles, de los que muchas veces estoy aborreciendo cada día que pasa, para otras cosas, otros ámbitos de la vida, lo que la gente en general quiere es precisamente ser diferente, ser distinto, fresco, fuera de lo común...
Somos tan iguales en tantas cosas, que parece que muchas veces perdemos nuestra individualización, nuestra identidad. Y eso, no nos gusta.

La ropa es una de esas cosas que va cambiando con el tiempo, siempre dentro de círculos... miedo me da el día que se vuelvan a poner de moda los pantalones de campana... que no me gustan nada... pero todavía me imagino a mi madre diciéndome que vaya "rancio" que está eso, mejor los retiramos porque ya no se ve por ahí. Y en cierto modo, tiene razón. Tu llegas a sentirte raro, en mayor o menor grado.

Por otro lado, las aficiones, es algo también muy aleatorio y que permite diferenciarte mucho de la gente. A mi me sorprende, como ahora se usa el término "friki". Bien es cierto, que por ejemplo, yo nunca lo he usado de forma despectiva, pero es que ahora todo el mundo es friki y se amolda a modas que ahora por alguna razón kuriosa, están mejor vistas o.o....
No se si es una especie de compensación por todo lo demás que nos hacen comprar, ser, tener... que buscamos en otros medios, la posibilidad de expresarnos y de destacar para ser reconocidos como individuos. 
Aunque muchas veces, ni nos molestemos en entender realmente lo que estamos llevando, comprando, diciendo que nos gusta, vamos...

Pero la cruda realidad, es que al final también llega un momento, en que terminas usando el móvil, solo para contactar o saber de ese alguien que antes tenías un montón de facilidades para llamarle a su casa con el fijo, y ahora se ha vuelto todo cómo raro, que posiblemente, intentes mantener a tu madre alejada del armario para que no retire esa chaqueta roñosa que todavía te gusta, y que sigas comprando y viendo "esos dibujos chinos" que con 13 años nadie de tu instituto entendía como es que lo preferías antes que beber y fumar a destajo...
¿Y sabéis qué? Da igual, porque seguramente incluso con esto, soy igual a los demás. 

Mi pregunta más bien es, si nos movemos por qué queremos movernos, por qué nos empujan a movernos o por qué al final no nos queda otro remedio, más que movernos.

Como siempre, será un poco de todo. Mientras tanto, voy a cambiar la melodía del whatsapp, que últimamente me ralla un montón la que tengo puesta...

❣ Que la Magia os Acompañe 
 
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